El nombre lo recibe porque al tacto, como se encuentra cubierto con el mucílago, se siente pegajoso como la miel.
Es un proceso amigable con el medio ambiente debido a que únicamente se utiliza agua para realizar la separación por flotes. El despulpado lo realizamos con una máquina módulo Ecomil, que realiza el proceso en seco, es decir que no se requiere agua para despulpar el fruto. Además en el proceso Honey, el mucílago queda adherido al fruto, por lo cual no produce ninguna carga contaminante. La cáscara del café que deja este proceso, es tratada como abono orgánico, para luego ser aplicada al cultivo de café.
Los Cafés Honey tienen generalmente un sabor único y exótico, caracterizado por un dulzor diferente, mucho sabor frutal y acidez dulce.